viernes, 9 de agosto de 2013

SANEMOS NUESTRO CUERPO A TRAVÉS DE NUESTRO ESPÍRITU



“La mejor receta para superar cualquier enfermedad, es una píldora de optimismo al día acompañada de una gran sonrisa” - Anónimo


A veces en la vida aparecen personas o incluso situaciones que te hacen rememorar tiempos pasados, hace mucho tiempo tuve un cáncer, hoy en día queda en mi recuerdo como algo muy lejano, pero de esa experiencia aprendí muchísimo y en estos momentos en los que por desgracia me siento rodeada de personas que lo están pasando realmente mal debido a enfermedades que están  padeciendo, he creído conveniente darles una pincelada de lo que creo que nos produce las enfermedades y de como la superé yo. Espero ser de ayuda. 

Creo que todos estaréis de acuerdo cuando afirmo que la salud es ese bien al que no damos importancia hasta que desaparece. Todos creemos que la enfermedad jamás nos va a llegar, pero el día que te detectan algo grave es cuando te das cuenta de que todo en la vida es relativo y que sin la salud lo demás no tiene importancia.

¿Por qué enfermamos? Nuestro sistema inmune está para protegernos pero no somos conscientes de que si nuestros pensamientos son negativos y acumulamos a lo largo del día ira, rabia, odio, etc. lo que hará será que a la larga todos esos pensamientos se volverán contra nosotros y se proyectarán en forma de enfermedad. El cuerpo es sabio y nos avisa cuando estamos actuando mal, en forma de males, esto se puede subsanar si escuchamos los síntomas y tomamos medidas para rectificar, modificando nuestra forma de pensar.

Cuando nos enfadamos y lanzamos ya sea de forma verbal, durante una discusión o a través de nuestros pensamientos, esa negatividad que nos invade, lo que pretendemos es lastimar al otro, pero lo que en realidad sucede es que envenenamos nuestro cuerpo, con nuestra actitud. En ciertas ocasiones me han dicho si creo que las personas enfermamos porque somos malas; mi teoría es que no es así, enfermamos porque acumulamos demasiados sentimientos dolorosos. He conocido personas maravillosas que estaban enfermas y en ciertas ocasiones incluso no pudieron superar dicha enfermedad, nuestro refranero es sabio y seguro que conocéis el refrán que dice "la mala hierba nunca muere", si ciertamente las malas personas fueran las únicas que enfermaran y fallecieran, el planeta sería un paraíso. Pero por suerte o por desgracia, todos estamos en el mismo barco.

El problema radica en que a lo largo de nuestra vida nadie nos ha explicado esto, nadie nos ha dicho que los pensamientos negativos nos generarían enfermedades, muchas veces tan graves que para luego recuperarnos seamos incapaces de conseguirlo por nosotros mismos y tengamos que recurrir a fármacos sumamente fuertes. Si desde la infancia nos hubieran enseñado a amarnos, a no tener envidia de nadie, a respetarnos los unos a otros, a no enfocarnos tanto en lo que los otros piensan o dicen de nosotros, esta sociedad sería mucho mejor. En cada casa la educación es diferente, hay personas que enseñan a sus hijos la importancia del dinero como parte fundamental de su vida, olvidándose de que lo que impera en este planeta no es lo económico sino lo espiritual. La moral, desde el punto de vista de no hacernos daño los unos a los otros, es básico para tener paz interior, el bien común es fundamental, debemos tenerlo como fin en nuestras vidas, porque no debemos olvidar que estamos todos conectados.

Recuerdo cuando era niña,  que los barrios de las ciudades eran como pequeños pueblos, todo el mundo se conocía y se ayudaba. Hoy en día vivimos de una forma mucho más individual, no contactamos con los vecinos, creemos que no necesitamos de los demás, que nos valemos solos. Por otro lado, la educación es otro factor que brilla por su ausencia, que produce en las personas con un mínimo de educación, un estado negativo hacia seres intolerables, mal educados, todas estas situaciones son un cúmulo de negatividad que a lo largo del día se va implantando dentro nuestro. Esta mañana en el supermercado, un chico al ir a pagar, no ha atendido a ninguna de las palabras amables que le ha enviado la cajera, no ha abierto la boca, no ha dado las gracias, no ha dicho buenos días. ¿Creéis que es un ser feliz una persona que actúa de esta forma?. Os puedo asegurar que NO!!!

Son las pequeñas cosas como las que os he explicado las que hacen que nuestro estado de ánimo se vaya deteriorando y nos convirtamos cada día en personas más sombrías.

Si en el parvulario ya empezaran a mitigar las conductas negativas de nuestros pequeños a través de posicionamientos positivos, a dar importancia al respeto de los que nos rodean, tal vez deberíamos recordar más a menudo lo que de pequeños nos enseñaron a nosotros en religión "amarás al prójimo como a ti mismo", sólo que hiciéramos esto bastaría, no es que tengamos que ser religiosos, simplemente seamos prácticos, si utilizamos esta premisa desaparecerían todos los males que afectan a esta sociedad de por si enferma.

No penséis que me estoy desviando del tema de hoy, el título de hoy nos dice "sanemos nuestro cuerpo a través de nuestro espíritu", creo sinceramente que en lo espiritual se halla la sanación a cualquier problema que tengamos, no olvidemos que los problemas son situaciones mentales que al no saberlas procesar correctamente ya sea por falta de medios o en ocasiones por sentirnos superados ante estados de ansiedad, miedo, tensión, nos desestabilizan produciendo las temibles enfermedades y dependiendo de la gravedad de las mismas nos aterrorizamos cuando creemos que estamos llegando a nuestro fin como seres humanos. El miedo nos paraliza. Escuché una frase que me llamó la atención, decía más o menos así: "el peligro es real, pero el miedo es una elección", apartemos al miedo de nuestra mente y actuemos, se que no es fácil, pero por lo menos debemos intentarlo.

Por eso debemos sentirnos sanos, sentirnos bien, el secreto de una buena salud, no es más que la felicidad que encontramos en nuestro interior, podemos cambiar ahora nuestro estado, podemos curar nuestro cuerpo si en este preciso instante empezamos a cambiar nuestra mente.

Todos tenemos una fecha de caducidad, pero hasta que ese momento incierto llegue, debemos siempre pensar que el mal que en estos momentos nos está afectando se solventará ayudados por la medicina y los grandes profesionales que nos están tratando con su sapiencia y medicamentos y nuestra función consiste en redirigir nuestra mente hacia un estado mental más positivo, teniendo fe tanto en los médicos como en los medicamentos.

Por propia experiencia os diré que si en estos momentos estáis enfermos y deseáis salir de ese estado, no permitáis que os cuenten noticias negativas, pedir a los que os rodean que os traigan películas que os hagan reír, escuchar música que os guste mucho y os lleve a épocas que fueron buenas, repetiros frases positivas como "estoy curado" y por último y tal vez lo más importante. VISUALIZAROS SANOS. Nuestra mente tiene mucho poder y puede cambiar vuestro estado actual. Imaginar constantemente vuestra vida en el futuro, tal como desearíais que fuera, sintiéndoos bien en el presente. Esto es lo que personalmente  hice todos los días. Mi estado de ánimo cambio por completo y la balanza se inclinó hacía el positivismo más absoluto.

Todo esto hace que volvamos la mirada a lo que os iba diciendo, la enfermedad se puede evitar, si CAMBIAMOS nuestra forma de pensar, si nos sentimos felices cuando nos cruzamos con alguien y le regalamos una sonrisa, ese estado de ánimo que nos produce el sonreír, hace que las cosas se vean desde otra perspectiva, que la vida tenga un sentido más profundo y más amable.

El mejor antibiótico que existe es LA FELICIDAD, por este motivo desde aquí os deseo mucha felicidad a todos. Hasta la próxima semana.