viernes, 19 de julio de 2013

LA BONDAD

El único símbolo de superioridad que conozco es la bondad. – Ludwig van Beethoven

Nos hemos acostumbrado a que las personas bondadosas sean tildadas de tontas, cuando en cambio la maldad forma parte de nuestra vida de una forma casi cotidiana, con eso no quiero decir que la aprobemos pero si que la toleramos, todos sabemos que la moralidad y la justicia brilla por su ausencia, tenemos un índice de asesinatos muy superior a lo que pasaba hace unas décadas, antiguamente un asesinato era una noticia de la que se hablaba durante tiempo, hoy en día pasa más desapercibida porque hay muchos más de los que quisiéramos, la delincuencia en general se ha establecido en nuestra sociedad desde hace unos años y de forma paulatina va ganando peso.

Todo esto lleva a que las personas nos sintamos desmotivadas y pensemos que realmente somos los tontos, todos los que intentamos obrar de la mejor manera posible. Todos tenemos momentos de pesimismo viendo lo que nos rodea hasta que surge un atisbo de esperanza cuando te tropiezas con personas cuya bondad hace que volvamos a tener fe en el ser humano, como me sucedió a mi; a continuación os cuento esta historia que me hizo reflexionar.
Regresábamos de un feliz fin de semana cuando de pronto en la carretera hubo un atasco, creímos que se había producido un accidente, todos los coches habían ralentizado, de pronto mi marido vio un perro que deambulaba por el centro de la carretera, un coche en el arcén indicaba que posiblemente se había chocado con el perro, pero en la distancia no parecía que el animal estuviera herido, el coche que iba delante también se paró en el arcén y la chica del primer vehículo estaba hablando por teléfono, fue entonces cuando mi marido se paró para ayudar en lo que pudiera, creyendo que la chica era la que necesitaba ayuda, pero ella dijo que el que necesitaba ayuda era el perro. Tengo que reconocer que adoramos a los animales, porque siempre recibes más de ellos de lo que les das, por eso sentimos la necesidad de ayudarles cuando los encontramos en apuros.
La señora del segundo coche, había conseguido que el perro la siguiera al arcén, mientras mi marido empezaba a acariciar al pobre animal que estaba terriblemente asustado, temiendo que se escapara nuevamente hacía el centro de la carretera. Era un perro de raza, seguramente abandonado o tal vez perdido, pero bueno… eso no lo sabremos nunca, debía llevar mucho tiempo vagando solo, pues estaba literalmente en los huesos, las costillas se podían contar sin ningún tipo de problema. Fue en ese instante cuando decidí juntarme al resto de la comitiva y preguntar si alguien tenía agua, porque parecía deshidratado, el pobre perro no se movía del lado de mi marido y éste lo seguía acariciando, la chica había conseguido contactar con un amigo que se personó al poco rato  para ayudar a ese animal, mientras la señora le estaba dando de comer algo que llevaba en el coche, que el pobre animal devoró en un momento.
El final la historia termina bien, la joven que se paró en un primer momento conocía a una veterinaria que se encarga de acoger a animales abandonados, ésta había contactado con un amigo suyo que apareció y consiguió a base de mimos introducirlo en su coche, comentando que hasta que no localizara a la veterinaria lo tendría en su casa y le daría de beber y comer, entre todas esas maravillosas personas consiguieron salvar un ser que tenía los minutos contados, ya que en la carretera su futuro era seguro mortal. 
Fijaros en que si un colectivo realiza una buena obra, llega no sólo al ser, en este caso al perro, sino a los que lo rodeamos porque nos hace sentir bien, por eso tenemos que ser muy conscientes con lo que hacemos y como lo hacemos, porque el sentimiento que generamos ya sea este positivo o negativo repercute en el resto, es similar a cuando tiramos una piedra en un estanque donde el agua se encuentra en reposo, la vibración crea unas ondas que se bifurcan por todo.
Recordar, todos estamos conectados.
Tampoco debemos conceder menor importancia a cualquier ser que no es humano, la bondad se debe extender a todos y cada uno de los seres que pueblan este planeta.
La maldad se caracteriza por el estruendo que crea, tal vez sea la única forma de hacerse notar a fin de que le prestemos atención. Quiero creer que no existe tanta maldad como a ratos pensamos, pero la bondad en muchas ocasiones parece que se esconde o simplemente pasa más desapercibida, tal vez sería el momento de que se la hiciera oír de alguna forma, sin brusquedad, pero de una forma constante. Creo que deberíamos centrarnos más en encontrar la bondad y difundirla, me encantaría poder contagiarme de ella y crear una pandemia que llegara a toda la población, esto haría que me sintiera increiblemente feliz.
Incluso dentro de este caos llamado sociedad, existe la paz y la bondad. Si ahora miramos lo que nos rodea en este preciso instante la gran mayoría de nosotros nos daremos cuenta que reina la paz en el terreno en el que nos encontramos, descartar vuestros pensamientos por un instante, simplemente centraros en vuestro entorno físico y en el AHORA, creo que la gran mayoría de nosotros diríamos que no hay nada malo a nuestro alrededor.
Todos podemos elegir si escogemos algo bueno o no, el libre albedrío es algo inherente en el ser humano, el problema es que no todo el mundo elige bien y esos que utilizan el mal para conseguir algo, nos perturban la vida a los demás.  Pero no debemos consentir que nada ni nadie rompa nuestra paz interior, es muy fácil decirlo y muy difícil conseguirlo. Pero este blog habla del CAMBIO ¿verdad?, pues volvamos la moneda del lado que nosotros deseamos y apartemos cualquier cosa que no nos proporcione dicha paz.
Mientras estaba finalizando este nuevo tema, he recibido un correo de mi hijo que está relacionado directamente con la bondad del ser humano, personalmente me ha hecho sentirme maravillosamente bien, os lo paso para que lo disfrutéis, lo veáis y lo difundáis, como os decía, la bondad parece escondida pero existe y  nos llena de alegría cada vez que la encontramos.
Hasta la próxima semana.
 "Cuando la incansable actividad de tu mente baje su ritmo, cuando los pensamientos dejen de correr como olas en un día de viento, entonces comenzarás a tener fragmentos del dulce néctar de la paz interior." - Remez Sasson

martes, 9 de julio de 2013

CAMBIA EL TEMOR POR LA ESPERANZA


El miedo es natural en el prudente y el vencerlo es lo valiente. -Alonso de Ercilla
Cuantos miedos infundados albergamos en nuestro interior?? Cada uno de nosotros tiene sus propios fantasmas, en muchas ocasiones ese miedo a lo desconocido nos paraliza porque nos convencemos de que ciertas cosas  que nos depara el futuro van a ser negativas y realmente todo el problema radica una vez más en nuestro interior, en como interactuamos con nosotros mismos.
Cuando este sufrimiento infundado permanece en nuestra mente, surge la somatización trasladándolo a los distintos órganos de nuestro cuerpo, por ser receptores de las emociones, sin querer podemos llegar a producirnos enfermedades si no corregimos a tiempo este estado de ánimo tan negativo. Hay muchas enfermedades relacionadas con el temor,  las palpitaciones, el dolor de estómago, las relacionadas con los riñones, son entre otras algunas de las más comunes, por eso hoy me he propuesto intentar erradicar de la mente de todos nosotros esta sensación tan desagradable que denominamos “miedo”.
Todo comienza con nuestra propia inseguridad, ese gran enemigo que vive en nosotros y se forja una vida llena de dubitaciones. Desde pequeños hemos sentido la ansiedad a lo desconocido, lo llevamos innato en nuestras venas, pero el miedo desde un punto de vista de supervivencia tiene su sentido ya que está escrito en nuestros genes desde que el hombre apareció en este planeta, pero tenía un sentido muy determinado, que la especie no sucumbiera  para que se perpetuara. El problema aparece cuando perdemos el concepto “positivo” y lo trasladamos al estrés que nos genera, en situaciones que podríamos catalogar de desesperanza. Aquí es donde aparece el problema.
Vivimos en una sociedad en la que necesitamos tener el beneplácito de nuestros congéneres, deseamos que nos amen, que nuestras relaciones con el resto de habitantes sean prósperas, que la vida en pocas palabras sea de color de rosa, pero esto es una utopía, aquí estamos para aprender y de nuestros errores sacaremos mucho más provecho que de nuestros triunfos, esta es la ley. Pero si sabemos que para subir peldaños en la escalera de la vida, hay que tropezar, tomemos este desafío como algo bueno y no lo veamos como algo negativo.
Cada segundo de nuestra vida es un momento para aprender de cada ser vivo que nos rodea, no necesariamente de otra persona, también podemos aprender de los animales que vemos, de la paz que nos producen, de sus formas de ver la vida, de la naturaleza en general. Pero para ello debemos pararnos y observar.
A la mayoría de las personas los cambios nos dan pavor, pero el universo está en constante cambio y todo fluye a la perfección, porque no se le pone resistencia, por eso mismo nosotros no debemos resistirnos, debemos intentar afrontar lo que nos llegue desde una óptica positiva.
Debemos tener claro que la esperanza es el remedio en un momento de frustración. Cuando nos sentimos agobiados ante una situación pero alguien nos convence de que existe otra alternativa, esa esperanza hace que confiemos en nosotros mismos y ese sentimiento de pánico que notamos en el corazón y en nuestro estómago, va desapareciendo paulatinamente.
A lo largo de la trayectoria de nuestra vida, hemos estado influenciados por nuestros antecesores que ya nos inculcaron sus propios temores y que nosotros hemos asumido como algo nuestro, también nuestras experiencias en la vida nos han llevado a crearnos otros temores y ansiedades, pero no olvidemos que somos dueños de nuestra forma de pensar y de actuar, cambiemos nuestra forma de ser, os animo a que si os sentís desilusionados de lo que os rodea, no perdáis las esperanzas, todo lo contrario, tenerlas y afianzarlas para crearos un mundo interior distinto, donde el positivismo arrebate cualquier sentimiento negativo que pueda aparecer. Pero para ello, deberemos ser conscientes y reconocer exactamente en qué  situación nos encontramos y realmente que es lo que deseamos sentir.
Ya os he dicho al principio de estas líneas que la clave una vez más está únicamente en nuestro interior, ante una misma situación dos personas diferentes se comportarán de distinta forma dependiendo únicamente de su forma de pensar.
Personalmente lo único que busco en esta vida es ser FELIZ e imagino que vosotros buscáis lo mismo, por tanto, abandonemos nuestros miedos, vivamos con la esperanza de un mundo mejor, si cada uno de nosotros pone su granito de arena, seguro que conseguiremos cambiar este planeta. 
Necesitamos la esperanza para que nuestra alegría sea perfecta – Pierre Teilhard de Chardin