miércoles, 30 de octubre de 2013

AMOR A LOS ANIMALES.


La conmiseración con los animales está íntimamente ligada con la bondad de carácter, de tal suerte que se puede afirmar seguro que quien es cruel con los animales, no puede ser buena persona. Una compasión por todos los seres vivos es la prueba más firme y segura de la conducta moral. Arthur Schopenhauer

El ocaso tocaba a su fin y mientras vislumbraba por la ventana ese magnificencia de la naturaleza, me percaté  de sus grandes ojos color marrón que no paraban de mirarme, no se lo que realmente pensaba, pero se que él si sabía exactamente lo que yo sentía, estábamos en perfecta armonía con la naturaleza, la música relajante de fondo, convertía la estancia en un lugar de paz infinita. El aroma del té sobre la mesa, impregnaba la sala y a través de la ventana podía ver los árboles como balanceaban sus copas al son del viento de otoño y mi perro Tro me contemplaba desde su cama a pocos metros de mi mesa de trabajo. Su color canela, sus enormes ojos marrones que siempre me miraban con ese amor infinito, como si fuera el ser más hermoso del planeta, con esa bondad que me regala cada día de su vida, sus caricias a modo de lametones, su alegría cuando llegaba a casa y ese llanto con el que me recibía cada día como si hiciera años que no nos viéramos, hacía que la vida fuese realmente preciosa.

Recostado en su camita, movía su cola en señal de afecto y alegría, eso sí, sin despegar su  mirada de mi. A su lado estaba su compañero de batalla Llamp, físicamente su opuesto, de pelo negro y porte esbelto, dormitaba a su lado, cada uno tiene unos orígenes igualmente opuestos. Llamp fue rescatado de la perrera el día antes de que le pusieran la inyección letal, su gran pecado fue que como cachorro que todavía era, se comportaba de forma  asustadiza y consideraban que iba a ser un animal difícil para ser adoptado. Antes de llegar a ese terrible lugar, había sido maltratado, seguramente había deambulado por las calles durante días hasta que fue llevado a esa prisión. Una amiga fue la que lo rescató y me lo dejo en casa, estuvo días sin probar la comida ni la bebida a tal punto que me preocupé de que no fuera a recuperarse nunca, pasaron meses antes de que se acercara a un hombre, imaginamos que fue una persona del género masculino quien lo torturó, once años después es un perro feliz, que sabe que se le quiere y que adoptó como suyo al pequeño Tro cuando apareció cinco años después de vivir Llamp con nosotros.

Mis perros me han enseñado día a día que la bondad es el principal motivo de vida, si somos buenos con ellos y con otros animales no necesariamente deben ser perros o gatos, en general con el mundo animal, todo nos sale mucho mejor.

Llamp y Tro me producen una paz infinita, se sabe que muchos animales entre los que podemos encontrar  perros, gatos, delfines o caballos son grandes sanadores, curan nuestras enfermedades o por lo menos las minimizan. Hay testimonios curiosos de niños con síndrome de Down que sienten una gran empatía con su perro y viceversa,  últimamente pude ver como un niño autista estaba mejorando su comunicación a raíz de tener un perro guía y comunicarse con él.

Si ayudas a un animal te estás ayudando a ti mismo mucho más de lo que puedas imaginar. Hace meses curamos a un gato atropellado, cuando se recuperó volvió a su vida alejado de mi casa, pero cada cierto tiempo regresa simplemente para saludarnos, se pasea entre mis piernas y se deja acariciar, luego vuelve a su status de libertad absoluta.

Hay personas que no les gustan los animales, esto es respetable siempre que no les hagan ningún daño, pero conozco personas que aborrecían a los perros o gatos y por algún motivo de la vida les ha tocado convivir con ellos y ahora me comentan que no podrían estar sin ese animal. Todos somos animales, no lo olvidemos, pero lo que nos diferencia es lo que con muy buen acierto dijo Victor Hugo “Los animales son de Dios. La bestialidad es humana

Cuanto más civilizado es el país más animales de compañía hay per cápita y menos maltrato existe. Muchas personas relevantes han intentado transmitir a lo largo de los tiempos la importancia de respetar a los animales, como es el caso de esa maravillosa persona que fue Gandhi   y que dijo  La grandeza de una nación y su progreso moral puede ser juzgado por la forma en que sus animales son tratados

La tarde dio paso a la noche y al levantarme de la mesa desde donde estaba escribiendo estas líneas, ellos hicieron lo mismo, desperezarse tras una tarde de paciencia esperando que los llevara a su paseo diario.

El alma es la misma en todas las criaturas, aunque el cuerpo de cada uno es diferente. Hipócrates

miércoles, 2 de octubre de 2013

VIVE LA VIDA CON ILUSIÓN.


Todos necesitamos sentir ilusión en algún momento, es el motor que nos  mueve a tener esperanza y a ver la vida desde una perspectiva de alegría y felicidad.
Cada instante que vivimos es un momento preciado porque jamás regresará, por este motivo debemos ver la vida desde esta perspectiva. Muchos me comentáis que habéis perdido la ilusión de vivir porque no hay nada que os inspire, ya que las cosas no os salen como desearíais.
Es posible que en estos momentos estéis mal, pero para poder empezar a salir de ese estado deberéis pensar que el momento presente está lleno de cosas bonitas, tal vez no tengáis lo que queréis pero siguen existiendo otras cosas  que no debéis permitir que pasen sin más, como  las maravillosas puestas de sol, la naturaleza que nos envuelve y que día a día independientemente de lo que los humanos hagamos, crece y se manifiesta en todo su esplendor. Cuando tenemos ocasión de ir a la playa o estar cerca del mar y poder oler la frescura de la brisa marina, disfrutar de los colores que nos rodean o escuchar el cántico de los pájaros, todos estos acontecimientos parecen insignificantes si en estos momentos nos encontramos en una situación complicada como no tener trabajo o tal vez estar enfermos. Pero el problema radica en que nos centramos únicamente en lo malo que tenemos y dejamos de lado aquello que nos parece algo normal, cuando en realidad no lo es.
La propia naturaleza nos ayuda a descubrir belleza a nuestro alrededor en los momentos difíciles, es la obra más hermosa y debemos ser conscientes de ello, debemos ilusionarnos por todas estas cosas que nos rodean, darnos cuenta de lo afortunados que somos de poder disfrutar de nuestros sentidos que nos permiten apreciar lo bello de las cosas y dejar de lado aquello negativo que se apodera de nuestra alma y nos hace sentir mal.
Cuando estamos viviendo un momento negativo es el momento de actuar y dar la vuelta a la moneda concentrándonos en las pequeñas cosas buenas que nos rodean, de esta manera nuestro estado de ánimo cambiará y podremos ilusionarnos para poder conseguir nuestro objetivo.
Hace años un enfermo terminal de cáncer comentó que su vida había estado encaminada siempre a su carrera profesional, tenía  38 años cuando le detectaron la enfermedad y en ese momento había empezado a vivir y se daba cuenta que su vida la había pasado sin disfrutar de cosas tan sencillas como el sentarse en un parque y mirar como las flores cambiaban dependiendo de la estación del año y ver lo hermosas que eran. Por desgracia descubrió demasiado tarde las pequeñas cosas que nos hacen sentir bien y que están siempre ahí para poder recurrir a ellas.

Sin ilusión somos como autómatas que siguen un patrón sin decisión propia. Que lamentable vivir así. Creo que en algún momento de nuestra evolución cometimos un grave error, la sociedad de consumo en la que vivimos olvidó que las cosas no nos iban a proporcionar felicidad, porque una vez que las poseemos dejamos de interesarnos por ellas, forman parte de nuestras pertenencias y al mismo tiempo nos convertimos en esclavos de todas esas cosas que día a día vamos acaparando.
Un piloto del Paris Dakar comentó en una entrevista, que deseaba realizar dicho evento no por lograr el éxito en sí, sino por todo lo que conllevaba el hacer ese recorrido, conociendo tribus que a pesar de no tener absolutamente nada material, tenían una inmensa felicidad y que eran tan dadivosos con lo poco que tenían.

El ser humano pierde lo que denominamos “humanidad” a medida que nos alejamos más de nuestra madre tierra, no debemos olvidar que somos otra especie de animales, en consecuencia debemos respetar  al reino animal y estar más cerca de la naturaleza que del cemento en el que muchos de nosotros vivimos.
Fijaros en una cosa, cuando estamos estresados si tenemos ocasión de acercarnos al mar o a la montaña y respiramos profundamente, nuestro estado anímico cambia, ya que estamos hechos para vivir en paz y armonía y somos tan privilegiados que podemos recurrir a estos lugares siempre que queramos, porque incluso viviendo en el centro de las grandes ciudades hay parques donde podemos evadirnos.

Hemos venido a este planeta a ser felices, no olvidemos que todo lo que acaparamos a lo largo de nuestra vida se quedará en este lugar cuando nos marchemos, por eso me siento triste cuando ves ciertos sectores de la sociedad que priorizan a las personas por sus pertenencias en lugar de mirar el interior y las cualidades que ese ser tiene.
Mientras no modifiquemos nuestras perspectivas en la vida no conseguiremos cambiar nuestro estado anímico y mientras eso no suceda nuestra ilusión no existirá.

La ilusión puede nacer de la cosa más insignificante, si realmente deseamos conservar esta sensación deberemos aprender a dar importancia a cosas que hasta ahora nos pasaban desapercibidas.
Por mal que os encontréis en este momento, aislar durante unos minutos el problema que os afecta, relajaros y localizar en vuestro interior aquello que os alegraría el día, independientemente de vuestras circunstancias. Cada uno sentirá esa sensación de bienestar por un motivo distinto y en el preciso instante que lo sintáis, afianzarlo y conservarlo para recordarlo. Esta ilusión que ahora os parece imposible, revivirla tantas veces y con tanta energía que os creáis que ya la tenéis, cuando llegue ese instante la ILUSIÓN ya no será tal cosa, desaparecerá para dar paso a la REALIDAD.

Parece sencillo o demasiado optimista, pero la magia de la ilusión funciona, os lo digo por propia experiencia.
Me despido de vosotros con una frase de Disney que dice así "si puedes soñarlo puedes lograrlo"