“La
felicidad es íntima, no exterior; y por lo tanto no depende de lo que tenemos,
sino de lo que somos” – Henry Van Dyke
Empiezo esta semana mi blog con
una frase que me ha sorprendido porque es exactamente lo que yo he pensado toda
mi vida en relación a la FELICIDAD.
Cada día soy más consciente que
sentirse feliz es sumamente simple. Si tenemos cubiertas las necesidades
básicas podemos sentirnos felices, pero realmente que necesidades son realmente
las consideradas básicas??? A parte de
respirar, que es imprescindible, lo que precisamos es alimentarnos y somos tan
afortunados que en los países civilizados siempre encontraremos un lugar donde
nos den de comer, el resto es cosa nuestra.La incongruencia surge cuando de repente te giras a tu alrededor y ves que la sociedad en la que te encuentras está formada por muchísima gente insatisfecha e infeliz, muchos de ellos no tienen problemas económicos, todo lo contrario, viven dentro de un status bueno y en cambio se caracterizan por tener más depresiones que los que viven en países subdesarrollados.
Siempre pensamos que la felicidad es algo que está ahí fuera, nos pasamos la vida buscando ese atisbo de felicidad, cuando encontramos lo que creemos que nos hará sentir bien, nos aburrimos nuevamente y volvemos a sentirnos desgraciados hasta que volvemos a hallar otra cosa y así nos pasamos la vida, esperando que la felicidad se perpetúe en nosotros mientras contemplamos fuera, cuando en realidad deberíamos mirar nuestro interior si realmente lo que queremos es encontrarla.
Muy pocas personas son
conscientes de que el acumular cosas NO nos va a llevar a ser felices, la
auténtica felicidad se encuentra en nuestro interior, la paz interior es la esencia
de la felicidad.
Con los años me estoy dando
cuenta que mis prioridades han cambiado radicalmente, ahora atesoro a grandes
amigos que intento conservar dándoles todo el amor que tengo, he apartado a
aquellas personas que no me han aportado nada a lo largo de los años y que
mantenía por comodidad, ya que es más fácil conservar algo que afrontar una ruptura, sea del tipo que sea.
Está comprobado que los que han
ganado a la lotería se sienten felices en el instante y conservan este estado
poco tiempo después, he leído que muchos han truncado sus vidas años más tarde
por culpa de perder la cabeza al conseguir un gran premio. Debemos ser
conscientes de que la felicidad no se encuentra en los millones que podamos
tener, es cierto que la parte económica nos da una tranquilidad, ya que podemos
afrontar los gastos sin problema, pero de ahí a creer que seremos felices,
lamentablemente debo deciros que esto no os va a proporcionar ese estado. Por
desgracia en nuestra sociedad de consumo el dinero parece el rey, pero es una
falsedad si creemos que seremos dichosos por el simple hecho de tenerlo.
Cada día debemos decidir nosotros
nuestro estado de felicidad. Si os fijáis las personas que han pasado por una
situación límite, suelen ser personas que una vez superado ese momento se
sienten felices e irradian felicidad, simplemente porque VALORAN LA VIDA. Ven en las pequeñas cosas la
hermosura y disfrutan de ellas.
En esta vida siempre hay cosas
que desearía cambiar para mejorar mi propia felicidad, pero son cosas que afectan
a la comunidad en general, por eso debo ser consciente que probablemente es un imposible, en primer
término porque son cosas externas a mi, en consecuencia no puedo manipularlas a
mi antojo y en segundo lo que para mi es perfección seguramente para otro no lo sea. Si
me ofusco en esas cosas externas seguramente me costará sentirme feliz, por eso
todo aquello que haga siempre debe surgir de mi interior, si me siento bien por
dentro, se reflejará en mis actos y tal vez de esta forma consiga mis objetivos
porque otros copiaran mi actitud y al final tal vez se consiga mejorar esas
situaciones que por ahora no me gustan, en pro del bienestar de este planeta.
Pero al revés jamás funcionará, el secreto está en que todo surge de dentro
hacia fuera. Debemos ser conscientes de todo lo que tenemos a nuestro alcance,
la vida es bella y debemos disfrutarla intensamente mientras estemos en este
planeta.
Seguramente el ejemplo que voy a poner es algo que nos ha pasado a todos en algún momento.
Una persona sentada delante del
volante de su coche, conduciendo por una autopista a 120 km, sonando la música
de una emisora de radio y pensando en los problemas que deberá resolver cuando
llegue a su oficina. Si a esa misma persona le preguntas que melodía está escuchando o cuantos vehículos de color
rojo ha visto, seguramente no sabrá responder, incluso se le pueden pasar las
normas de circulación que van apareciendo a lo largo de su recorrido, porque no
está viviendo el PRESENTE.
Esta situación que es de lo más
corriente, nos impide ver las cosas hermosas que nos rodean a lo largo de todo
el día.
Pasamos por la vida como
autómatas, siempre he pensado que es triste no parar nuestra comunicación
interior y decirle ¡BASTA! Ahora quiero escuchar lo que me rodea, ya solventaré
el problema cuando llegue el momento, ahora deseo disfrutar de estos momentos
de sosiego, ya que si tengo paz interior me resultará mucho más fácil resolver
cualquier conflicto que me vaya surgiendo.
Atraemos a nosotros situaciones,
por eso es conveniente sentirnos bien para atraer situaciones de bienestar y
poder modificar aquellas que en un principio se presentan poco halagüeñas.
Cuando consigues que la felicidad
forme parte de tu vida, todo lo demás queda relegado a un segundo término, las
cosas no se ven tan mal y las soluciones a los problemas surgen desde lo más
profundo de nosotros.
Recordar, no hay que buscar
motivos externos para ser felices, simplemente es una actitud interior.
SED
FELICES!!!!