martes, 9 de julio de 2013

CAMBIA EL TEMOR POR LA ESPERANZA


El miedo es natural en el prudente y el vencerlo es lo valiente. -Alonso de Ercilla
Cuantos miedos infundados albergamos en nuestro interior?? Cada uno de nosotros tiene sus propios fantasmas, en muchas ocasiones ese miedo a lo desconocido nos paraliza porque nos convencemos de que ciertas cosas  que nos depara el futuro van a ser negativas y realmente todo el problema radica una vez más en nuestro interior, en como interactuamos con nosotros mismos.
Cuando este sufrimiento infundado permanece en nuestra mente, surge la somatización trasladándolo a los distintos órganos de nuestro cuerpo, por ser receptores de las emociones, sin querer podemos llegar a producirnos enfermedades si no corregimos a tiempo este estado de ánimo tan negativo. Hay muchas enfermedades relacionadas con el temor,  las palpitaciones, el dolor de estómago, las relacionadas con los riñones, son entre otras algunas de las más comunes, por eso hoy me he propuesto intentar erradicar de la mente de todos nosotros esta sensación tan desagradable que denominamos “miedo”.
Todo comienza con nuestra propia inseguridad, ese gran enemigo que vive en nosotros y se forja una vida llena de dubitaciones. Desde pequeños hemos sentido la ansiedad a lo desconocido, lo llevamos innato en nuestras venas, pero el miedo desde un punto de vista de supervivencia tiene su sentido ya que está escrito en nuestros genes desde que el hombre apareció en este planeta, pero tenía un sentido muy determinado, que la especie no sucumbiera  para que se perpetuara. El problema aparece cuando perdemos el concepto “positivo” y lo trasladamos al estrés que nos genera, en situaciones que podríamos catalogar de desesperanza. Aquí es donde aparece el problema.
Vivimos en una sociedad en la que necesitamos tener el beneplácito de nuestros congéneres, deseamos que nos amen, que nuestras relaciones con el resto de habitantes sean prósperas, que la vida en pocas palabras sea de color de rosa, pero esto es una utopía, aquí estamos para aprender y de nuestros errores sacaremos mucho más provecho que de nuestros triunfos, esta es la ley. Pero si sabemos que para subir peldaños en la escalera de la vida, hay que tropezar, tomemos este desafío como algo bueno y no lo veamos como algo negativo.
Cada segundo de nuestra vida es un momento para aprender de cada ser vivo que nos rodea, no necesariamente de otra persona, también podemos aprender de los animales que vemos, de la paz que nos producen, de sus formas de ver la vida, de la naturaleza en general. Pero para ello debemos pararnos y observar.
A la mayoría de las personas los cambios nos dan pavor, pero el universo está en constante cambio y todo fluye a la perfección, porque no se le pone resistencia, por eso mismo nosotros no debemos resistirnos, debemos intentar afrontar lo que nos llegue desde una óptica positiva.
Debemos tener claro que la esperanza es el remedio en un momento de frustración. Cuando nos sentimos agobiados ante una situación pero alguien nos convence de que existe otra alternativa, esa esperanza hace que confiemos en nosotros mismos y ese sentimiento de pánico que notamos en el corazón y en nuestro estómago, va desapareciendo paulatinamente.
A lo largo de la trayectoria de nuestra vida, hemos estado influenciados por nuestros antecesores que ya nos inculcaron sus propios temores y que nosotros hemos asumido como algo nuestro, también nuestras experiencias en la vida nos han llevado a crearnos otros temores y ansiedades, pero no olvidemos que somos dueños de nuestra forma de pensar y de actuar, cambiemos nuestra forma de ser, os animo a que si os sentís desilusionados de lo que os rodea, no perdáis las esperanzas, todo lo contrario, tenerlas y afianzarlas para crearos un mundo interior distinto, donde el positivismo arrebate cualquier sentimiento negativo que pueda aparecer. Pero para ello, deberemos ser conscientes y reconocer exactamente en qué  situación nos encontramos y realmente que es lo que deseamos sentir.
Ya os he dicho al principio de estas líneas que la clave una vez más está únicamente en nuestro interior, ante una misma situación dos personas diferentes se comportarán de distinta forma dependiendo únicamente de su forma de pensar.
Personalmente lo único que busco en esta vida es ser FELIZ e imagino que vosotros buscáis lo mismo, por tanto, abandonemos nuestros miedos, vivamos con la esperanza de un mundo mejor, si cada uno de nosotros pone su granito de arena, seguro que conseguiremos cambiar este planeta. 
Necesitamos la esperanza para que nuestra alegría sea perfecta – Pierre Teilhard de Chardin

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