miércoles, 2 de octubre de 2013

VIVE LA VIDA CON ILUSIÓN.


Todos necesitamos sentir ilusión en algún momento, es el motor que nos  mueve a tener esperanza y a ver la vida desde una perspectiva de alegría y felicidad.
Cada instante que vivimos es un momento preciado porque jamás regresará, por este motivo debemos ver la vida desde esta perspectiva. Muchos me comentáis que habéis perdido la ilusión de vivir porque no hay nada que os inspire, ya que las cosas no os salen como desearíais.
Es posible que en estos momentos estéis mal, pero para poder empezar a salir de ese estado deberéis pensar que el momento presente está lleno de cosas bonitas, tal vez no tengáis lo que queréis pero siguen existiendo otras cosas  que no debéis permitir que pasen sin más, como  las maravillosas puestas de sol, la naturaleza que nos envuelve y que día a día independientemente de lo que los humanos hagamos, crece y se manifiesta en todo su esplendor. Cuando tenemos ocasión de ir a la playa o estar cerca del mar y poder oler la frescura de la brisa marina, disfrutar de los colores que nos rodean o escuchar el cántico de los pájaros, todos estos acontecimientos parecen insignificantes si en estos momentos nos encontramos en una situación complicada como no tener trabajo o tal vez estar enfermos. Pero el problema radica en que nos centramos únicamente en lo malo que tenemos y dejamos de lado aquello que nos parece algo normal, cuando en realidad no lo es.
La propia naturaleza nos ayuda a descubrir belleza a nuestro alrededor en los momentos difíciles, es la obra más hermosa y debemos ser conscientes de ello, debemos ilusionarnos por todas estas cosas que nos rodean, darnos cuenta de lo afortunados que somos de poder disfrutar de nuestros sentidos que nos permiten apreciar lo bello de las cosas y dejar de lado aquello negativo que se apodera de nuestra alma y nos hace sentir mal.
Cuando estamos viviendo un momento negativo es el momento de actuar y dar la vuelta a la moneda concentrándonos en las pequeñas cosas buenas que nos rodean, de esta manera nuestro estado de ánimo cambiará y podremos ilusionarnos para poder conseguir nuestro objetivo.
Hace años un enfermo terminal de cáncer comentó que su vida había estado encaminada siempre a su carrera profesional, tenía  38 años cuando le detectaron la enfermedad y en ese momento había empezado a vivir y se daba cuenta que su vida la había pasado sin disfrutar de cosas tan sencillas como el sentarse en un parque y mirar como las flores cambiaban dependiendo de la estación del año y ver lo hermosas que eran. Por desgracia descubrió demasiado tarde las pequeñas cosas que nos hacen sentir bien y que están siempre ahí para poder recurrir a ellas.

Sin ilusión somos como autómatas que siguen un patrón sin decisión propia. Que lamentable vivir así. Creo que en algún momento de nuestra evolución cometimos un grave error, la sociedad de consumo en la que vivimos olvidó que las cosas no nos iban a proporcionar felicidad, porque una vez que las poseemos dejamos de interesarnos por ellas, forman parte de nuestras pertenencias y al mismo tiempo nos convertimos en esclavos de todas esas cosas que día a día vamos acaparando.
Un piloto del Paris Dakar comentó en una entrevista, que deseaba realizar dicho evento no por lograr el éxito en sí, sino por todo lo que conllevaba el hacer ese recorrido, conociendo tribus que a pesar de no tener absolutamente nada material, tenían una inmensa felicidad y que eran tan dadivosos con lo poco que tenían.

El ser humano pierde lo que denominamos “humanidad” a medida que nos alejamos más de nuestra madre tierra, no debemos olvidar que somos otra especie de animales, en consecuencia debemos respetar  al reino animal y estar más cerca de la naturaleza que del cemento en el que muchos de nosotros vivimos.
Fijaros en una cosa, cuando estamos estresados si tenemos ocasión de acercarnos al mar o a la montaña y respiramos profundamente, nuestro estado anímico cambia, ya que estamos hechos para vivir en paz y armonía y somos tan privilegiados que podemos recurrir a estos lugares siempre que queramos, porque incluso viviendo en el centro de las grandes ciudades hay parques donde podemos evadirnos.

Hemos venido a este planeta a ser felices, no olvidemos que todo lo que acaparamos a lo largo de nuestra vida se quedará en este lugar cuando nos marchemos, por eso me siento triste cuando ves ciertos sectores de la sociedad que priorizan a las personas por sus pertenencias en lugar de mirar el interior y las cualidades que ese ser tiene.
Mientras no modifiquemos nuestras perspectivas en la vida no conseguiremos cambiar nuestro estado anímico y mientras eso no suceda nuestra ilusión no existirá.

La ilusión puede nacer de la cosa más insignificante, si realmente deseamos conservar esta sensación deberemos aprender a dar importancia a cosas que hasta ahora nos pasaban desapercibidas.
Por mal que os encontréis en este momento, aislar durante unos minutos el problema que os afecta, relajaros y localizar en vuestro interior aquello que os alegraría el día, independientemente de vuestras circunstancias. Cada uno sentirá esa sensación de bienestar por un motivo distinto y en el preciso instante que lo sintáis, afianzarlo y conservarlo para recordarlo. Esta ilusión que ahora os parece imposible, revivirla tantas veces y con tanta energía que os creáis que ya la tenéis, cuando llegue ese instante la ILUSIÓN ya no será tal cosa, desaparecerá para dar paso a la REALIDAD.

Parece sencillo o demasiado optimista, pero la magia de la ilusión funciona, os lo digo por propia experiencia.
Me despido de vosotros con una frase de Disney que dice así "si puedes soñarlo puedes lograrlo"

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