domingo, 8 de septiembre de 2013

¿SOMOS REALMENTE FELICES?

"La felicidad se alcanza cuando, lo que uno piensa, lo que uno dice y lo que uno hace están en armonía". Gandhi
Después de esos maravillosos días veraniegos que muchos de nosotros hemos disfrutado, regresamos a la vida cotidiana y a la monotonía del día a día. Es entonces cuando nos replanteamos si realmente somos felices con nuestras vidas.

La felicidad es ese bien que deberíamos tener cada instante de nuestra existencia, pero por desgracia las personas pasamos más momentos preocupados e infelices que al revés.

¿Nos sentimos realmente felices? La pregunta es muy simple, pero seguro que mucha gente encontrará mil motivos para decir: “ sí… pero… “

Todos esos “peros” que colocamos detrás de la felicidad, nos indican que realmente no sabemos utilizarla, somos nosotros quien decidimos ser felices, sin importar la circunstancia que nos está rodeando en este preciso instante. Son las pequeñas cosas que nos rodean diariamente las que nos convierten en personas felices.

Da la sensación que la felicidad es un bien escaso en esta sociedad en la que vivimos actualmente. Las personas con las que nos cruzamos tienen semblantes serios, mucha gente está amargada de su situación actual y buscan desesperadamente encontrar un resquicio de felicidad, pero se paran a pensar y no lo encuentran por ningún lado.  

Creo que una manera de entender bien lo que representa para mí la felicidad es a través de este cuento que os voy a relatar.
Hace años un monje tibetano le dijo a su aprendiz que buscara la felicidad por el mundo y que cuando la encontrara regresara con ella a verlo, después de años de búsqueda regresó a ver a su maestro y éste le preguntó si la había encontrado y si se la había traído, aquel muchacho que tras años de búsqueda se había convertido en un hombre repleto de experiencias pero algo decepcionado respondió que ocasionalmente la había sentido pero que jamás la había conseguido retener, fue entonces cuando el monje le dijo:
-la felicidad está en tu interior, independientemente de lo que veas o sientas por las circunstancias que rodean tu mundo exterior, tú debes decidir ser feliz”.

Ciertamente para muchos puede resultar una filosofía difícil de conseguir, pero nada es imposible, la felicidad está en cada segundo que vivimos, el simple hecho de estar vivos, ya deberíamos sentirnos agradecidos y en consecuencia deberíamos sentir felicidad.

Los seres humanos en su gran mayoría buscan grandes cosas esperando hallar la felicidad, siempre esperamos que llegue un momento mejor para ser feliz, mientras tanto la vida va pasando y la vamos desaprovechando. Muchas veces cuando llegamos a la vejez nos paramos a pensar que ha sido de nuestra vida y vemos que circunstancias que podríamos haber tenido maravillosas han pasado de largo por no prestarles atención.

Personalmente me siento una persona infinitamente feliz, ciertamente hay aspectos que me gustaría mejorar y espero que mejoren, pero por el momento disfruto de todo lo que tengo y doy gracias, vivo el momento presente, miro a mi alrededor y aprovecho cada instante que puedo con mi familia, mis amigos y no invierto energía en lo que no me gusta, cuando soy consciente de que me estoy centrando demasiado en algo negativo, CAMBIO mi forma de pensar. Constantemente recuerdo que lo que hoy estoy pensando será lo que crearé en mi futuro.

La vida es hermosa la miremos por donde la miremos, somos los seres humanos los que conseguimos en ciertas ocasiones convertirla en algo negativo por las actitudes que acometemos en este planeta.
Está en nuestra mano ser desdichado o ser feliz, he elegido esto último y te aconsejo que sigas mi mismo camino. Hay tantas cosas maravillosas que nos rodean, hay tanto amor a nuestro alrededor que no tendríamos motivos para ser infelices.

Queremos CAMBIAR, no sólo nosotros sino también muchas cosas que nos llegan de fuera y que no nos gustan. Mi consejo es lanzar nuestra buena energía al universo esperando que cada vez existan más personas que envíen esa sensación de bienestar y que poco a poco entre todos, creemos un mundo mejor donde vivir. Por el momento, mi círculo está en paz y espero que el vuestro también lo esté.

Hace unos años, mi profesora de yoga, a la que quiero mucho, me recomendó leer un libro titulado Ho’oponopono, os recomiendo que lo leáis, en él aparecen cuatro palabras que denomino mágicas por la fuerza que conllevan, éstas son “perdón, lo siento, te amo, gracias”, estos vocablos tan simples conllevan en su interior una fuerza impresionante, deberíamos convertirlos en parte de nuestro vocabulario y os aseguro que podríamos cambiar todo aquello que no nos gusta de nuestra vida cotidiana.

Por desgracia la mayoría de las personas desconocen el gran poder que encierran las palabras, ya que son fruto de nuestros pensamientos, tal vez sería bueno empezar a escucharnos más y a ser más críticos con nosotros mismos. Creo que si modificamos nuestras palabras CAMBIAREMOS nuestras actitudes y con ellas nuestra vida.

Hoy voy a terminar dándoos las GRACIAS por leer lo que escribo y por vuestros comentarios de aliento y cariño que me hacéis llegar a mi correo electrónico cada vez que publico algo. OS QUIERO.

No hay comentarios:

Publicar un comentario